A pesar de todas las idas y venidas sobre nuestra iniciación en la Protectora de Animales, hemos de decir que ha sido una muy buena decisión entrar a formar parte de este proyecto y vivir la experiencia desde dentro.
La primera impresión fue impactante porque horroriza ver las consecuencias de una falta de responsabilidad y madurez en el ser humano a la hora de tratar a los animales, en especial a perros y gatos. Allí nos encontramos con animales temerosos al ser humano pero a su vez necesitados del cariño del mismo.
Una vez allí realizamos diversas actividades como el mantenimiento de los patios, habitaciones o gateras, a la vez que cuidamos, alimentamos y jugamos con ellos. Nos hemos dado cuenta de que nuestra ayuda no basta y que son necesarias más inversiones para mejorar la calidad de vida y condiciones de estos animales.
Una vez allí realizamos diversas actividades como el mantenimiento de los patios, habitaciones o gateras, a la vez que cuidamos, alimentamos y jugamos con ellos. Nos hemos dado cuenta de que nuestra ayuda no basta y que son necesarias más inversiones para mejorar la calidad de vida y condiciones de estos animales.
Desde dentro vemos como día tras día a medida que nos conocen más a nosotros, los voluntarios, se muestran cómplices, agradecidos y juguetones gracias a nuestro trabajo con ellos.
Verles así es el sentido que cobra nuestro trabajo.
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